Formado en estudios de Derecho, Empresariales, Marketing e incluso de Historia. El pluriempleado empresario murciano, José Luis Ortín Sánchez (Murcia, 1951), fue presidente del Real Murcia CF en la temporada 92-93, en la que, en el peor momento de la historia del club y con un descenso administrativo a Segunda B, se hizo cargo de la institución pimentonera y consiguió el ascenso de nuevo a Segunda División. El exmandatario grana nos cuenta en Murcia Deportivo su vida profesional con tintes personales muy interesantes.

“Aquel año el Murcia estaba en el peor momento de su historia, incluso contando el actual. Al Murcia lo habían bajado a Segunda B por no hacerse Sociedad Anónima Deportiva y todas las autoridades, Ayuntamiento y la Murcia de aquel momento le dieron la espalda al Real Murcia. Contaba con una deuda de 1.500 millones de pesetas, según una auditoría que hicimos nosotros mismos nada más llegar al cargo, y había un acuerdo para vender La Condomina al Ayuntamiento para poder subsistir. La venta al Ayuntamiento se cifraba en 600 millones de pesetas, con lo cual era la ruina más absoluta, ya que el Murcia se quedaba sin ningún patrimonio y, además, seguía con 900 millones de deuda”, explica.
A pesar de esa situación desoladora, una gestora, nombrada por la Federación, accedió al cargo y José Luis Ortín fue elegido presidente. “Nos encontramos al equipo encerrado en La Condomina porque no cobraban. Era diciembre y no cobraban. Cogimos el Murcia un grupo de entusiastas con escasos recursos económicos y, a base de trabajo, de echarle horas y de inventar soluciones, como por ejemplo el parking que sigue existiendo en la puerta de La Condomina, fuimos saliendo para adelante y conseguimos ser campeones de Segunda B y de la liguilla de ascenso”, cuenta.
“Nos encontramos al equipo encerrado en La Condomina porque no cobraban”
Un ascenso que consiguió tras superar a rivales como Cartagena, Levante, Hércules o Elche en la liga regular, y después a otros de la talla de Granada y Getafe en la fase final que otorgaba el salto de categoría: “Se salvó ese ‘K.O.’ en el que estaba el Murcia y, una vez en Segunda, tratamos de hacer un equipo con los escasísimos recursos que teníamos, porque la deuda seguía siendo acuciante. Aunque habíamos logrado bajarla en unos 300 millones de pesetas, era imposible salir”.
En diciembre de 1993, José Luis Ortín dimitió como presidente del club de la capital murciana, tras estar únicamente un año a cargo. Así lo explica: “Dimití para no verme forzado a vender La Condomina en ese precio tan ruinoso. Yo era quien estaba autorizado exclusivamente por la Asamblea de Socios del Murcia para vender La Condomina. Traté de convencer al Ayuntamiento, a la Comunidad y a las instituciones de que el Murcia no podía vender así y seguir en la ruina, y que nos permitieran darle otro uso al estadio, como un centro de ocio”. No pudo ser, y el expresidente cuenta: “En palabras del alcalde de entonces, estaba preparado el coche negro, los caballos negros y un lazo para enterrar al Murcia”.
“estaba preparado el coche negro, los caballos negros y un lazo para enterrar al Murcia”
Ortín fue director de oficinas y de marketing de ‘Cajamurcia’, y además resalta que el primer equipo del fútbol español que llevó publicidad de una entidad financiera en su camiseta fue su Real Murcia. Estuvo 20 años encargado del marketing, pero después pidió una excedencia y se marchó a dirigir ‘Juver’ hasta que empezaron las negociaciones para vender la empresa a ‘Hero’. A partir de ahí se probó como empresario, que es lo que siempre había querido hacer.
Pero José Luis Ortín tiene muchas más facetas que la de empresario, y entre ellas destaca el arte. Ha publicado dos libros de poesía titulados Momentos en otoño y Luces de plegaria, este último presentado en Toronto (Canadá). “Soy una persona inquieta, a mis 70 años que voy a cumplir sigo teniendo las mismas ganas. Lo que más me ha gustado siempre ha sido escribir, no ya solo poesía, sino novelas, cuentos, etc. La poesía no es un género que venda mucho, es más la satisfacción de publicar lo que siente uno en un momento determinado. Hay otros géneros literarios que tienen más proximidad con la gente”.
Una persona con tantas facetas también encuentra un punto en común en el que confluyen varias de ellas, y sobre la relación entre poesía y fútbol expresa: “Indudablemente en el fútbol, la plasticidad y la calidad están muy cerca del arte. En esto recuerdo muchísimo a, para mí, el mejor periodista deportivo y en general que ha habido en Murcia, Juan Ignacio de Ibarra. Él defendía que los movimientos plásticos del fútbol se asemejaban al arte como lo demuestran las esculturas que se han hecho dando forma a cualquier acrobacia deportiva en fútbol o en cualquier otro deporte. Además, tiene que ver también con que, para mí, el fútbol es cultura. Una cosa es copiar una realidad, otra es reproducir lo que uno se puede imaginar, pero el arte verdadero en pintura, en poesía y en fútbol, es el que emociona”.

En cuanto a proyectos actuales, José Luis Ortín cuenta que sigue gestionando sus empresas, dedica mucho tiempo a leer y escribir, colabora en prensa y está inmerso en su segunda novela, que nos adelanta que será una continuación de Primos hermanos, la primera que escribió. “Es difícil editar en este tiempo donde lo breve es lo que se impone. Recuerdo que me decían de una editora nacional que los libros que se editan ahora mismo son aquellos que se puedan leer en un puente aéreo Madrid-Barcelona. Desde ese punto de vista, cualquier otra novela que tenga una trama más compleja la tildan de muchísima calidad, pero ahora se venden los thrillers y las historias de amor”, declara. Aunque afirma que hay una negociación bastante avanzada para poder realizar una serie de televisión con su primera novela.
“Es difícil editar en este tiempo donde lo breve se impone”
Para acabar, y como figura importante del murcianismo, el expresidente grana repasa la actualidad del club del estadio Enrique Roca: “La situación es muy compleja, porque además no entiendo muy bien esto que se pretende hacer con la Segunda B. La situación del Real Murcia es dramática, pero no es ni mucho menos la peor de su historia, porque al Murcia, desde la época de Samper para acá, no le han dado la espalda las instituciones. La idea de un Murcia de murcianos empezando por lo deportivo, basado en la cantera y siguiendo por lo institucional basado en muchos accionistas, es una idea muy hermosa.
“La situación del Real Murcia es dramática, pero no la peor de su historia”
En cuanto a ese Murcia de murcianos, añade: “Es algo que venimos hablando inmemorialmente en Murcia. Ninguno hemos dado con la tecla para poder hacerlo y seguramente también ha faltado paciencia. Ahora mismo la situación deportiva tampoco ayuda y en el fútbol hay un factor importante, que es la suerte. Tienen la inmensa suerte de tener una masa de socios detrás de 8.000 o 10.000 personas, que eso solo lo recuerdo en la mejor época de Pepe Pardo y en la mejor época de Jesús Samper. Situación delicada, pero con posibilidades de salir por la masa social que tiene, la simpatía que ha generado la sociedad murciana y el apoyo de las instituciones”.