Paulo Roberto: “Jugar contra los reyes de este deporte y conseguir ganarles es de un mérito tremendo”

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En Brasil, ante la atenta mirada de un Cristo Redentor que contempla desde la cima del Corcovado su ciudad, nació nuestro protagonista en ‘Murcia Deportivo’. Su nombre es Paulo Roberto Marques Roris (Río de Janeiro, 1967), y es considerado por muchos el mejor jugador de la historia del fútbol sala. Nacionalizado español, Paulo Roberto ‘maravilla’, como se le conoce deportivamente, es un pívot legendario de ElPozo Murcia y de la Selección Española.

Paulo Roberto en ElPozo Murcia.

Los inicios del exjugador hispano-brasileño se remontan a una edad muy temprana en la ciudad carioca. “Empecé joven jugando al fútbol sala, a los 12 o 13 años, en Río de Janeiro, que es mi ciudad. Cuando pasé de la categoría Juvenil a Senior tuve una propuesta para ir a un equipo grande y jugar de forma profesional. Estuve jugando tres temporadas en Brasil y las siguientes ya vine a España. Tuve una propuesta para venir a España para seis meses y, a raíz de venir, me fui adaptando, las cosas fueron saliendo bien y al final, de lo que eran seis meses, llevo ya toda la vida”, explica.

Aterrizó en España en 1989, con 21 años, de la mano del Penzoil Marsanz Torrejón, y su llegada fue una anécdota digna de recordar: “Casualidad porque realmente el jugador al que habían hecho un seguimiento y le habían hecho una propuesta al final renunció. Era un amigo y me indicó a mí. En la época no existía aún el tema de representantes y, por este motivo, una manera era los jugadores que habían estado en España y volvían a Brasil o amigos…y en este caso él me recomendó. Eran seis meses porque yo vine en enero y tenía contrato solo hasta final de temporada”, cuenta.

“el jugador al que habían hecho un seguimiento y una propuesta era mi amigo y al final renunció. me recomendó”

Paulo Roberto militó en Penzoil Marsanz Torrejón, donde finalmente estuvo hasta 1992, en Redislogar Cotransa y, desde 1994, en ElPozo, donde alcanzó un nivel excelso para convertirse en una leyenda del equipo murciano y del fútbol sala nacional. “Lógicamente Marsanz fue mi primer club, el que me ha dado visibilidad. ElPozo me ha dado quizás la importancia como jugador. Ya no solo por los títulos, sino que coincidió también que con ElPozo cogí la nacionalidad española y fui con la Selección Española, y a raíz de ahí también los títulos con la Selección”, expresa el pívot sobre la importancia del club de la capital en su carrera.

Paulo Roberto con la Selección Española.

En sus comienzos en Río, el ‘7’ ya hizo probaturas en el fútbol 11, pero cuando terminó su primer año en la capital murciana, sucedió algo parecido y bastante destacable. “En Brasil todos empezamos a jugar al fútbol sala, lo que pasa es que siempre tenemos la opción de ir al fútbol. Hay mucha más facilidad que aquí y yo también tuve en mi ciudad la opción de jugar al fútbol. Probé y no me adapté, porque la verdad es que es un deporte totalmente distinto y seguí en el fútbol sala. En España, en mi primer año en ElPozo, hubo una propuesta de un representante que me llevó al Atlético de Madrid a hacer unas pruebas y a ver cómo me iba a adaptar al fútbol. Al final, las circunstancias no se dieron y no fui, se quedó en una anécdota”, expresa el que fuera mejor jugador del mundo en el ‘40×20’.

Tal es la relevancia de ElPozo Murcia en su vida, que permaneció hasta 2005 como jugador grana e inmediatamente después de su retiro fue director deportivo de la entidad hasta 2009. El exjugador estaba muy a gusto en Murcia, pero ¿por qué un brasileño decide jugar con España? Paulo Roberto lo aclara y explica los vínculos que le unen a su país de adopción: “La juventud con la que llegué a España y lógicamente todo lo que me unía. Mi abuelo era español, me casé con una española y aquí fue donde triunfé como jugador. Entonces pues todo esto conlleva al cariño y a las ganas de jugar con España”.

“Mi abuelo era español, me casé con una española y aquí triunfé como jugador”

Con la Selección Española tuvo que enfrentarse a su pasado y jugó la final del Mundial de Guatemala, en el año 2000, contra la todopoderosa selección ‘verdeamarela’. ‘La roja’ se impuso a Brasil (4-3) y Paulo Roberto, con el ‘10’ a la espalda, arrebató el título de campeón del mundo a su país natal para entregárselo a una nación que ganaba el primero en su historia. “Como deportista ha sido tremendo, porque quieras o no, Brasil era número uno en todos los sentidos. España no había ganado ningún título mundial y, lógicamente, jugar contra los reyes de este deporte y conseguir ganarles es de un mérito tremendo. Y en mi caso venir aquí, triunfar y ser campeón del mundo contra ellos era algo muy bonito y muy importante”, expresa.

Paulo Roberto (abajo a la izquierda, con bufanda) campeón del mundo con la Selección Española.

En su haber con el combinado nacional están el mencionado Mundial del 2000 y dos Eurocopas ganadas en 1996 y 2001, respectivamente. Pero a esto hay que sumarle los títulos a nivel de clubes: una Liga, cuatro Copas de España, una Supercopa y una Recopa de Europa. A nivel individual ‘maravilla’ tampoco se queda corto, ya que fue cinco veces máximo goleador liguero y elegido, en 2019, mejor pívot de la historia de la LNFS. “Los premios son siempre muy bonitos, sobre todo los que te asignan de esta manera después de tantos años retirado. Con tantos medios de comunicación que existen ahora y redes sociales, que en mi época no había, creo que parto con desventaja con relación a los demás, y conseguir este premio ha sido muy importante. Creo que hay grandes jugadores de fútbol sala, no creo que sea yo el mejor, sino que es una cuestión de gusto”, declara.

“Con tantos medios y redes que existen ahora creo que parto con desventaja,y conseguir este premio ha sido muy importante”

A ‘maravilla’ le resulta imposible elegir uno de sus títulos como el más importante de su carrera: “Cada uno tiene su valía. Creo que el mayor éxito depende un poco de cada momento que vives y realmente lo que conlleva ese título, no solo para ti, sino para el club en el que estás. Mi primer título fue con Marsanz, que fuimos campeones de Copa contra todo pronóstico y fue el primer título del club. Luego cuando llegué a ElPozo, la Copa que disputamos en Murcia también fue el primer título del club. Fue muy importante porque acabábamos de llegar, éramos cinco jugadores nuevos y ElPozo había apostado muy fuerte. Conseguir el título era abrir la puerta de todos los éxitos. Y luego con España el título de campeón del mundo, que también fue el primer título de España y eso ha llevado a todas las selecciones a respetar bastante más”.

Paulo Roberto hace una ‘vaselina’ por encima del guardameta.

Lo que está claro es que Paulo Roberto era diferente, un regateador nato con las ‘vaselinas’ como sello de identidad. Imprimía esa samba a un fútbol sala español que por entonces no tenía nada que ver con el que se practicaba en Brasil. “Yo era más atrevido. Quizás hoy en día los jugadores son menos atrevidos, mucho más seguros. El fútbol sala se convirtió mucho más en fuerza que en calidad. En mi época se utilizaba mucho más la calidad”, afirma. En cuanto a las diferencias entre países, asegura: “Hay mucho cambio. Se juega bastante con 3-1 y las pistas eran bastante más pequeñas. Ahora se ha igualado un poco, pero eran bastante más pequeñas. Todas estas cosas conllevan a que sea diferente el fútbol sala allí”.

“El fútbol sala se ha convertido mucho más en fuerza que en calidad”

Cuando la estrella hispano-brasileña se retira en 2009, funda su propia escuela de fútbol sala en Murcia, con el Cagigal como sede principal y otros tres pabellones aparte por falta de espacio. Cuenta, además, que este año, pese a las dificultades derivadas de la pandemia, han logrado sacar diez equipos federados. “Siempre fue mi ilusión tener, más que un club, mi propia escuela de enseñanza. Empezamos desde cero, prácticamente sin alumnos, y llevamos nueve años ya consolidados con 150 alumnos por temporada, con entre 13 y 15 equipos federados. Incluso ya hemos tenido un equipo con el que fuimos campeones de liga y fuimos a jugar al Campeonato de España, que es algo tremendo para un equipo pequeño con tan poco tiempo” declara. Y añade cuál es la motivación primordial de la escuela: “Sobre todo la ilusión de ir formando a los jugadores, porque no es lo mismo cada año fichar que ver crecer a los jugadores contigo y que vayan aprendiendo y consiguiendo éxitos”.