
Por Pablo Muñiz (redactor de www.murciadeportivo.com).
El histórico Real Murcia CF comenzará la temporada en Segunda RFEF (cuarta categoría del fútbol español) con una plantilla renovada -cuerpo técnico incluido- y muchas dudas acerca de su rodaje después de una etapa de preparación que ha tenido de todo: partidos horribles (Hércules) y otros no tanto, con buenas fases de juego (Alcoyano).
El club que ahora preside Agustín Ramos (Fibranet Corporation al aparato), ex del Racing Murcia o “R.Murcia” como a él le gustaba decir, se enfrenta al doble reto de necesidad y virtud. Por un lado debe imperiosamente ascender a Primera RFEF, y por otro adaptar a todos los jugadores recién llegados y sin demasiada experiencia, ni siquiera, en la extinta Segunda B. Porque muy pocos futbolistas de los fichados tienen un bagaje de entre 200 y 300 partidos en esa categoría. Eso, a priori, podría incluso ser aliciente para los nuevos pupilos de Mario Simón. Para reivindicarse y crecer con el equipo.
Marchamalo, Recreativo Granada e Intercity son sus tres primeras piedras de toque. Manchegos y alicantinos en el Enrique Roca y visita a la ciudad nazarí para medirse al filial granadino.
La afición ha respondido, ¡Una vez más! Y ya van unas cuantas…
Sobrepasar los 6.500 abonados en esta categoría con posibles tintes de una Tercera de antaño y sin fichajes de relumbrón tiene un mérito increíble. Pero los seguidores granas siempre están y seguirán ahí, esperando a que su equipo le dé alegrías que seguro, más tarde o más temprano, llegarán.
El futuro del Real Murcia pasa por ascender, sí o sí. Con estos mimbres, en los que Manolo Molina y Ramos han depositado la confianza del primero y el dinero del segundo.
Qué ruede ya el balón en el Enrique Roca. Hay ganas de volver al fútbol y de creer que otra categoría (profesional) en la capital es posible.
